VIVIR LOS VALORES EVANGÉLICOS en casa como valores liberadores del hombre, que los niños vean en nosotros el disfrute de la vida desde lo que enseña Jesús, sin tanto materialismo y/o consumismo. El amor y el perdón son los pilares de la convivencia.
El vivir los VALORES EVANGÉLICOS en casa lo perciben los niños a través de lo que ven y escuchan, lo aprenden porque son muy observadores. Una vez que mi marido y yo hablábamos de prestar una ayuda económica a unas personas que no podían pagar cierta convivencia, de pronto saltó nuestro hijo pequeño y nos dijo que contáramos también con los “ahorros de su hucha”.
El simple hecho de disculparse alguien de la familia, o pedir perdón por algo proporciona siempre un ambiente abierto y predispuesto. A veces un simple beso o una mirada derriban altas murallas. Lo más cercano a la “Gloria” creo que es un buen abrazo de perdón.
El compartir es uno de los valores que más cuesta, pero cuando lo asimilan, ellos mismos son los primeros en dar el paso. Con tantos juguetes como tenían, nosotros les hablábamos de “La Ciudad de los Niños” y de un amigo que tiene la abuelita que le lleva juguetes a otros niños que no tienen, y se ponen muy contentos .Esto mismo también puede llevarse al tiempo de los Reyes Magos, o en la misma parroquia, llevando a Caritas juguetes suyos o ropa nueva,…pero que ellos vivan lo que se va a hacer, eso es educarlos en valores.
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